Una tarde con la orquesta sinfónica juvenil batuta


Por: David Yepes


Si bien sabía que la visita iba a ser musical, no me di cuenta como era la cotidianidad mía referente a la ciudad. Solo tenía a disposición un radio con audífonos y un par de manos para seguir el ritmo en la baranda que nos sostiene a los mal afortunados sin puesto.


La ruta se dibujaba por si sola muy larga, tiempo perfecto y necesario para prepara los odios a pesar del infernal ruido de la música que va conmigo. De banda sonora a un costado iba el llanto peculiar de un niño, además de su hermanita con la musicalidad cuestionada.


De Fontibón a Bosa Libertad, típico paseo de jueves en la mañana para sustentar la labor periodística. No iba solo, me acompañaba el contacto de la fuente, que de disfraz pertinente resumía su profesión percusionista en los morados tropicales de sus manos.


No tenía mucho que decir, la verdad parecía no haber nacido para ser cantante, se limitaba a describirme entre derechas e izquierdas, el zigzagueo de las calles interminables que poco tenían con lo sonoro a pesar de una mula, un “payaso corrientero” y de cuatro motos juveniles.

Llegamos por fin luego de hora y media de viaje al Colegio Alianza Educativa, nos recibió unos acordes lejanos que llegaban mucho antes que el perezoso celador, que los ladridos del perro y mucho antes que el trancón sonoro y distorsionado del walkie-talkie.


Bienvenido a Santiago de las Atalayas, me dijo Alberto García, profesor y percusionista del colegio donde me gradué. Con un don de orgullo me llevo a un pequeño e improvisado coliseo y fue allí donde no volví a creer en el puente entre popular y clásico.


Fue el lugar perfecto para arrojar al rió esa teoría; más de 20 niños mirándome con extrañeza pero sin separar el alma y su talento de sus respectivos instrumentos, aunque basta anunciar que le tenia temor al redoblante y a los platillos. Así como a los ojos brillantes de las niñas que cierran por unos acordes para la concentración y feliz término de algo que inicia básico, sórdido y mordaz, pero termina siendo un manifiesto al talento, a la creatividad y al alivio interno pero sacrificante de no haber conocido la música en la infancia que ya no vuelve.


Mentes, esperanzas, talentos y sueños; todos de la localidad de Bosa, una zona que cobija a dos de los más de 246 centros orquestales del país, que conforman el experimento preorquestal, sinfónico y musical llamado Batuta que lleva regalando acordes desde 1991.


El Centro Preorquestal Santiago de las Atalayas, es un polo a tierra nuevo que distribuye Batuta como seleccionador de la principal sinfónica infantil de América Latina, me resumió a entonadas el profesor García que presentaba con orgullo algo más que niños creando música.


Pude ver más que una red o un sistema de talentosos e inteligentes niños que supieron diferenciar sus vidas cotidianas con las de sus instrumentos nuevos y afinados, que pretenden darle significado a un arte poco instruido y admirado en Colombia.


- Muchos se quedan en la Filarmónica de Bogotá y no ven lo demás- me argumentaba con razón el profesor García, quien de chico supo que su fin era vibrar las paredes y odios de sus familiares y amigos con la música, aquella que acompañaba en esa soledad ruidosa que le generaba silencio.


En una replica cuidadosa pero poética, entonaron “Mi Buenaventura”, un currulao que llevan semanas traducidas en meses, practicando y ensayando para un viaje al norte de la ciudad y así ser seleccionados algunos a la Orquesta Sinfónica Juvenil que posee más de 50 jóvenes.


Simón Sánchez “Simoncito” de 14 años, en su tiempo de descanso de tan solo 20 minutos, me regalo una canción que el mismo lleva escribiendo (con su flauta dulce soprano que le concedió el Distrito y la misma orquesta) desde Junio pasado para su mamá. Panorama creativo para implorar auxilio, fue lo primero que se siente la escuchar notas y frases tan creativas, inocentes pero seguras y para algunos, maduras.


No hay mayor impulso educativo que un largo aplauso, y más si con ese se experimenta un crecimiento creativo de autoestima, concentración, disciplina y seguridad. La gran armonía que se vive en un concierto de música clásica queda más en plenitud al saber que son niños, niñas, jóvenes y adolescentes quienes nos hacen recordar años atrás lo que éramos por medio de acordes y entonaciones.


Solo basta avisar con esta crónica, que ahí niños allá afuera progresando desde cualquier zona del país, con instrumentos que les facilita su calidad de vida y que ven más de una oportunidad traducida en acordes y arreglos de cuerda.


Y como dice Simoncito, la música me ayuda a olvidarme de mis problemas en la escuela; pero que problemas va a tener un joven cuando tiene talento para dar no solo a su madre, sino a desconocidos como yo que llegamos y nos fuimos con lo mismo una nostalgia traducida en esperanza… ahí nos dejo pensando.

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Una Obra donde el público es artista

Por: Jennifer Ruidiaz



Desde el mes de noviembre hasta el 4 de diciembre, el teatro Arte Latino presenta la obra Partituras Para Un Comediante, dirigida por Edilberto Monje, en la cual representa diferentes personajes y situaciones de la vida cotidiana del ser humano.

La obra Partituras para un comediante es caracterizada por el juego, hacerle pasar un momento agradable al público, con diferentes objetos que utiliza el actor como parte de la obra y son utilizados como herramientas principales para llevar acabo la obra teatral; entre esos objetos están: el ratón, la araña, gafas, sombrillas, balones, entre otros juguetes plásticos que funcionan como instrumento llamativo a la hora de iniciar la obra.

Con su alegría, acompañado de música y momentos improvisados en la obra, Edilberto Monje trata de divertir al público, invitándolo al escenario para hacer parte de la situación, en la que se entrega al público un juguete para que éste aprenda a ponerle el buen sentido a los malos momentos, además de reírse de cada una de las historias en las que todos los seres humanos se han visto envueltos en algún momento de la vida.

La obra tiene una duración de una hora, un valor de $ 8000 pesos y para cualquier público; el requisito principal para asistir a ella es querer divertirse un rato, dejando a un lado la vergüenza.

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Los Títeres se roban las sonrisas de muchos niños en Bogotá

Por Edna Ángel


La magia y la fantasía, los cuentos y las sonrisas, se hacen presentes en el mes de Noviembre en Bogotá. Esta vez, la Fundación Gilberto Alzate Avedaño, abrirá sus puertas para ofrecer a los niños, teatro de fantasía interpretado por títeres y marionetas.

Un Lugar histórico y tan sorprendente como los es la Candelaria, hace que se conjuguen el escenario del actor con el refugio de muchos niños y niñas que quieren divertirse con la variedad que la Fundación les ofrecerá.
El teatro infantil, abre sus puertas de manera gratuita para que padres de familia y sus hijos disfruten del mejor show titiritero lleno de alegría. Marionetas, títeres y conciertos musicales, son el toque especial de esta escena.
Desde el 13 de Noviembre, hasta el 24 del mismo mes, las puertas de la Fundación estarán abiertas para ver la función. Los niños tendrán la oportunidad de ver desde un flautista que toca y alegra la naturaleza, dejando como enseñanza a la familia que todo lo que se aprende y se realice de buena forma en la vida, siempre va a servir en un futuro no muy lejano.
La Historia del Duende Maquerule que en compañía de una Bruja vigila un bosque, es otra de las fascinantes historias de teatro para el público. “Un Simple Motitas”, la historia de una niña que saca un chicle de su bolsillo y para que no se perdiera, lo deja pegado en la silla de un parque, lo que hace que se convierta en protagonista principal, de situaciones particulares que les ocurren a varias personas de la comunidad.

Esta es una gran oportunidad para que el público infantil de Bogotá, se acerque más a la escena teatral, que más que una actuación es una sonrisa para todos.

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LAS MARÍAS ¿PECADORAS O NO?

Por: Kitza Coronel Castilla

Son tres, las tres Marías, una obra de teatro llena de humor, placer, baile, canto y confesiones, de manera divertida estas mujeres cuentan sus historias y enredos amorosos, narran también como llegaron al burdel “la maisón”, que es donde ocurre la historia.

Esta profesión, ser “prostitutas”, es una de las más antiguas en Colombia, aquí se hará reflexionar a todos los espectadores dando a cada uno un punto de vista diferente en uno de los temas más polémicos en la vida de los seres humanos, su lema es “quien esté libre de pecados que tire la primera piedra”.

María Magdalena, quien es representada por Luly Bossa, es la dueña del burdel, ella cuenta que comenzó su vida como prostituta cuando llegó a Bogotá, decidió irse por esta profesión porque cuando niña veía que su madre le era infiel a su padre y de esta manera concluyó que esta era su vida.

María Auxiliadora, es personificada por Aura Cristina Geithner, ella en medio de sus bailes y cantos, cuenta que después de ver a su esposo con muchas mujeres de prostíbulos, se cansó de esta situación terminando enredada en este cuento y vendiendo su cuerpo para sentirse querida por los hombres, sobretodo por los casados.

María de los Ángeles, es interpretada por Ana Jaraba, quien resolvió entrar a este mundo donde no hay que estudiar, ni aprenderse una lección, pero hay que tener valor y fuerza de voluntad para acostarse con un hombre que no le guste, porque cuando niña fue violada, y repercutió tanto en ella que cuando adulta terminó haciéndole a los hombres lo que le hicieron a ella en su infancia.

La obra es dirigida y creada por Juan Ricardo Gómez, y producida por el teatro Escena Colombia, quien esté interesado en apreciar la obra el teatro está ubicado en la calle 57, con carrera 17 en Bogotá; la obra se está presentando los días miércoles, jueves, viernes y sábados desde la 6:30 de la tarde. La invitación es para todos a que asistan a una obra para desestresar la mente y meterse en el mundo “prostituto”.

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Los cuentos de Tomás Carrasquilla llegan a las tablas del teatro en Bogotá.

POR: ERIKA REY


El 11 de septiembre abrió sus puertas el Teatro La Carrera ubicado en el corazón del sector Chapinero de Bogotá. Con la obra de teatro EL PADRE CASAFÚS con la adaptación y puesta en escena de Jaime Arturo Gómez. Esta obra se encuentra en el teatro con el fin de celebrar 150 años del nacimiento del escritor Tomás Carrasquilla en Santo Domingo, Antioquia, que para la literatura Colombiana representa un importante clásico.

Esta obra se desenvuelve en medio de la situación de el padre Casafús, un sacerdote sin posición política que se niega a defender dicha guerra. Por su silencio es acusado de ser liberal, condenado y sacrificado.
La entrada al teatro la carrera tiene un costo de $20.000 y las personas de la tercera edad, discapacitados y estudiantes tienen el 50% de descuento, con ese incentivó el teatro busca que todas la personas tengan acceso a este arte y por supuesto a esta obra que tiene actores de primera categoría en escena como lo son: Leonardo Agudelo, Edgar Rojas, Leticia Palacio, Valerie Bertagnini, Rafael Gómez Carlos Gutiérrez, Edward Pineda, Wilson González.

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De la barbarie al arte puro…

Por: Álvaro Gómez


Entre la poca variedad que existe en la parrilla de nuestros queridos canales privados, la falta de amor por la lectura y las novelas para lavar el cerebro tostado de las amas de casa, nos encontramos ante en desarrollo de una televisión vacía, básica y sobretodo falta de contenido.



Algunas veces he escuchado que la televisión esto y la televisión aquello, pero qué le puede importar al consumidor ignorante....., que los medios le vendan lo que quieran, al fin y al cabo están tan bien hipnotizados que no importa la calidad sino que venda y que todos hablen de ello en el transmilenio. Este es el caso del factor x, sí ese grandioso programa en donde sale a relucir el talento colombiano, yo diría más bien en donde sale a relucir la miseria, la ignorancia y el poco respeto que tenemos por nosotros mismos, marbelle es una loba, coronel un costeño maluco y ni hablar del músico frustrado de Gaviria, con qué autoridad y aún más con qué derecho estos sujetos se mofan del pueblo colombiano.




Ahora un poco de historia, este programa no es más que una burda copia del programa inglés cazatalentos “the factor x”; por supuesto RCN logró adaptarlo para hacer feliz al populacho colombiano, porque se necesita ser bastante ignorante para caer en sintonía de programas basura como ese. Ya lo decía mi abuelita “de todo hay en la viña del señor”.




Ni qué hablar de los participantes, eso sí es Colombia, ni juanés, ni Montoya ni shakira, Colombia es el factor x; el objetivo del concurso es llevar a cualquier aparecido, así no tenga ni las más remota idea de cantar en una gala final, aunque supuestamente es guiado por entrenadores musicales y asesores de imagen; gracias a la votación del público es llevado a la gala final, después de haber explotado la pobreza mental de medio país que se quedó atrás en las convocatorias. Además, los participantes son la burla del mundo entero debido a que su audiencia pasa a ser divulgada en "youtube", como esa pobre señora que intentó bailar como shakira, qué vergüenza mejor le hubiera pedido plata al incompetente gobierno de nuestro país.


Pero bueno hablemos de cosas realmente importantes, que tal la danza árabe, una de las manifestaciones artísticas más antiguas y que realmente si sirve para algo; este hermoso baile combina en sus representaciones variados estilos de la cultura oriental y africana, también conocida como “Raks Sharki” que significa Danza Oriental.



El nombre Danza del vientre se empieza a utilizar en el siglo XIX por parte de los europeos que viajaron a los países exóticos en busca de nuevas culturas y representaciones artísticas fuera de lo común, al igual que buscaban entender las nuevas costumbres y conocer variados paisajes. Estos viajeros le dieron este término sorprendidos por los movimientos de vientre y cadera que no existían en las danzas de la cultura europea.




Tenemos que hacer una diferencia obligada entre el “Raks Sharki” (Danza Oriental) y el “Raks Baladí” (Danza del Pueblo). El raks baladí es una danza más elemental, prácticamente sin desplazamientos y con movimientos de cadera predominantes. El raks Sharki es más refinado y rico. Incluye movimientos del folklore egipcio, la danza clásica y la danza contemporánea, con grandes desplazamientos, vueltas y movimientos para todas las partes del cuerpo, aunque los de cadera son también importantes.




A lo largo de la historia estos rituales han sido considerados como un homenaje a la tierra, agradeciendo la fertilidad y los frutos que le da a la humanidad. Es decir un arte de verdad, con un origen y una explicación de éste, no una farsa sin sentido como el popular y afamado “factor x”. Ahora para el que le importe este breve intento de artículo, busca que alguien por lo menos como televidente diga “respétenme”.

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U2 en Tampa.


La gira 360 grados de la Banda irlandesa U2 es el tour de rock, más importante del año 2009, y escena cultural estuvo en una de las paradas de este show.

Por Andrés López.

El 9 de octubre del año 2009, es uno de esos días que nunca olvidaré. Así como mi cumpleaños o el día que se cayeron las torres gemelas.

Esa fecha tiene un ingrediente especial e inolvidable, U2, una de las bandas de mis amores, la agrupación irlandesa más grande de la historia, la intérprete de algunas de las canciones que pertenecen a la banda sonora de mi vida, estaba muy cerca, muy a la mano.

A pesar de que U2, es una banda europea, es en los Estados Unidos donde la banda se convierte en ese gigante musical. Sus canciones empiezan a sonar en la radio norteamericana desde inicio de los 80, y desde ese momento, el mundo entero comienza a rendirse a los encantos de sus acordes y sus líricas.

A diferencia de lo que pasa en Colombia, y eso no es un secreto para nadie, los shows de cualquier índole en los Estados Unidos, están a un nivel impensable en nuestra latitud, es muy común escuchar frases como: “… estos gringos están solos en esta vaina…” , cuando alguien se refiere a la distancia que existe entre nuestros espectáculos y los de ellos.

Volviendo al 9 de octubre, en medio de un calor increíble, y una humedad de mas del 70%, entro al estadio Raymond James, que es la sede del equipo de futbol americano Bucaneers, a disfrutar de U2.

Cuando busco mi lugar con la boleta en la mano, debo pararme unos segundos y tomar aire al encontrarme de frente con una gran estructura de mas de 30 metros de altura en forma de araña o de mano puesta en una mesa, que albergaba en su parte mas baja, una tarima redonda, una batería sola, sin nadie que la tocara, y algunos metros mas arriba una pantalla de leds totalmente cilíndrica, nunca había visto algo parecido.

Mas o menos a las 7 de la noche y ya después de haberme tomado como 5 o 6 cervezas, las luces se apagan y el escenario se engalana con la presencia de la banda telonera. MUSE, agrupación europea que ya ha visitado nuestro país y que es considerada en éste momento la nueva promesa del rock de ese continente.

Me pregunto en que estaba pensando U2, al escoger a MUSE como telonero, teniendo en cuenta la creciente audiencia que tiene esta banda.

Después de la emoción de MUSE, el esperado plato fuerte. Antes de que se apaguen las luces, de esa gigante estructura comienza a salir humo, como si se estuviera incendiando en su parte superior, y comienza a sonar una de las canciones fundamentales de la historia del rock Space Oddity del maestro David Bowie.


En ese momento entendí porque U2, invita a MUSE, porque siempre ha existido alguien mas grande, pero también siempre ha existido alguien a quien entregar el testigo para que siga el camino.

Las luces se apagan y la carismática figura de Bono, cantante de la agrupación, aparece. Una a una las canciones de U2 van sonando, y la gran pantalla se convierte en el quinto integrante de la banda. Yo sentía que era el sexto.

City of blinding lights, One, Vertigo, y otras hacen que los 50 mil espectadores nos entreguemos a la emoción de ver en vivo canciones que hace años guardábamos en viejos cassettes y ahora en finos discos compactos.

El show se detiene por algunos segundos y Bono, que además de cantante es un influyente activista político, nos invita a todos a prestarle atención a la pantalla y vemos como va a pareciendo una señal en vivo desde el espacio, un hombre que tiene una nariz de payaso, y una sugestiva camiseta que decía “Poetic Social Mission” (Misión social poética). Es Guy Laliberté dueño del Circo del Sol y que en ese momento estaba viajando alrededor de la estratosfera como turista espacial.

“La tierra se ve hermosa, sus mares y sus continentes se distinguen perfectamente pero debo decir que se ve muy frágil” Afirma el señor Laliberté a la pregunta de Bono sobre como se ve la tierra desde el espacio.

El show continúa sin interrupciones, los mensajes de paz no se hacen esperar. Bono cita el problema en Sudán, las diferencias sociales en Filipinas, el gasto extremo en la guerra de Estados Unidos, me pregunto ¿porqué no habla de nuestros secuestrados o de las minas antipersona en Colombia?

Se acaban los acordes de “With or without you” de 1987 y que es sin duda su mas popular tema, los encendedores que acopañaron la canción se apagan, y antes de que las luces se prendan los 4 integrantes de U2, Adam Clayton, Larry Mullen, The Edge y Bono, se despiden con una respetuosa venia de su público y dicen adios bajando unas escaleras.

El 9 de octubre poco a poco va llegando a su fin. Y la emoción es superada por las ganas de llorar, creo que la cerveza también aportó para ese sentimiento incontenible.





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