Cátedra Kapuscinski: Lugar de encuentro y reflexión.

por:
Andrés Lopéz

En memoria de Ryszard Kapuscinski, estudioso y maestro del periodismo asistimos hace unos días, a un encuentro lleno de voces. Pero ¿Realmente re-escribimos el periodismo?

Los pasados 13 y 14 de agosto en las instalaciones de la Universidad Central, con el apoyo de la Fundación Carolina y el Parlamento Andino, se realizó un encuentro llamado Cátedra Kapuscinski, un evento que llega a su segunda edición y que hace parte de los actos de la celebración de la semana del arte y la cultura de dicho establecimiento educativo.

Cientos de estudiantes universitarios nos dimos cita en el auditorio, para escuchar las voces y las opiniones de periodistas que pensaban distinto entre si, pero que gracias a esa diferencia, enriquecieron el discurso y las opiniones de quienes asistimos.

El primer día, una de las charlas que llamó nuestra atención, tenía como invitados al periodista Hollman Morris, conocido comunicador independiente, Héctor Fabio Cardona, Director del canal NTN 24, y Fabio López de la Roche, del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional.

El tema no podía ser más apropiado para estos momentos de hegemonía y de diferencia de opinión. “Voces sobre el periodismo en América Latina”.

Una álgida charla, en la que los tres panelistas tenían mucho que decir desde su propia ventana.

Fabio, hizo un análisis apoyado en sus cifras e investigaciones de la gran influencia que tiene la televisión, los moldes que ésta crea y las modas que se siguen a partir de la misma. La investigación que expuso, hablaba del Canal Caracol, especialmente de su noticiero y la forma en la que se tratan los temas que tienen que ver con el gobierno. La responsabilidad que tenemos los comunicadores cuando llegamos a un medio de comunicación y la importancia de analizar los mensajes y no tragar entero. Además el investigador se refirió a RCN como “Radio Casa de Nariño” y lo acusó de ser un simple repetidor de las informaciones que llegan desde Palacio. Lástima que en ese momento aún no había llegado Héctor Fabio Cardona que trabaja para el grupo económico que es propietario de ese canal.

Hollman Morris por su parte, defendió su libre desempeño del periodismo y sin reserva contó su experiencia como comunicador en uno de los más recientes procesos de liberación de secuestrados, en el que fue retenido por agentes del Estado y acusado por el Presidente de la República de ser un terrorista, según Hollman, por no ser un repetidor y tratar de confrontar los dos puntos de vista de la noticia.

Nos invitó a experimentar, a vivir, a acercarnos a los hechos y hacer parte de ellos como protagonistas.

Héctor Fabio Cardona se quitó la mordaza del medio al que representa y a título personal afirma que los medios de comunicación en Latinoamérica están al servicio del gobierno de turno y obedecen a los intereses económicos de unos pocos. Aclara Cardona, que él no trabaja para RCN televisión, pero que si lo hace para el canal de noticias 24 horas NTN 24, que al final, a opinión de quien escribe, viene siendo lo mismo.

Un panel interesante del que surgen muchas preguntas, ¿Por qué los periodistas en ejercicio, en este caso Hollman Morris y Héctor Fabio Cardona resultan más interesantes para los asistentes? ¿Es acaso la academia, sólo un recinto en el que se abren estos espacios, pero de participación activa, cero? ¿Qué va a pasar con nosotros cuando abandonemos las aulas y salgamos como “profesionales” en comunicación?

La Cátedra Kapuscinski es un espacio propicio para acercarnos a la realidad, para caer en cuenta que desde nuestra posición es mucho, muchísimo lo que podemos hacer. No es desacertado decir que la academia está a kilómetros de la realidad y que esa distancia nos aletarga y no nos permite buscar más allá de cumplir con trabajos para una clase y tratar de sacar las mejores notas.

Pero también es cierto decir que esa distancia nos da el privilegio de ser independientes, inquietos y trabajar sin las presiones y el afán propio de la dinámica de la comunicación en la práctica real.

Cuándo tenía 5 ó 6 años y no quería comer, mi mamá siempre usaba una frase que ahora cito porque me parece muy apropiada. “Comida doy, ganas no”. La universidad nos da la comida, las ganas de comerla deben nacer a partir de nuestra inquietud.

El análisis de la realidad es nuestra responsabilidad desde ya. Somos parte de ella pero curiosamente no nos interesa. Vemos pasar los hechos sin que se nos genere al menos una opinión. Nuestros juicios de valor salen de lo que dicen los medios sin cuestionar o confrontar. No aprovechamos espacios como la Cátedra Kapuscinski, para al menos llevar a cabo lo que escribimos en los cuadernos y que adquirimos en la universidad.

¿Realmente queremos o estamos en capacidad de re-escribir el periodismo? Creo que en este momento, cuando el país necesita más opinión y más confrontación, no.

Está en nuestras manos.

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